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La diabetes y la obesidad son dos grandes epidemias de nuestro tiempo. El hecho es simple: en el mundo hay más de 400 millones de adultos que padecen obesidad y en 2025 serán más de 700 millones. En un futuro próximo, la obesidad podría convertirse en la primera causa de muerte en Estados Unidos.

En cuanto a la diabetes, según la OMS en la actualidad hay en el mundo 346 millones de personas afectadas. Cada año, siete millones de personas desarrollan una diabetes. La OMS prevé que esta cifra se duplique en 2030.

Si bien el número de casos está aumentado en Europa y América, se ha constatado una gran explosión en China e India. La diabetes multiplica por dos el riesgo de muerte y sería responsable de tres millones de fallecimientos y de un millón de amputaciones.

Si las epidemias de la diabetes y la obesidad parecen seguir la misma progresión, no es por casualidad: estas dos enfermedades están íntimamente relacionadas, hasta el punto de hablar de una epidemia llamada "diabesidad". En primer lugar, hay que distinguir los tipos de diabetes, 1 y 2: la segunda, la más común y que afecta al 90% de los diabéticos, es la que está directamente relacionada con el sobrepeso.

Un 90% de las diabetes de tipo 2 aparecen tras un aumento de peso. Sin embargo, el sobrepeso, por sí solo, no basta para provocar la enfermedad. Si no existe una predisposición, ya podremos pesar 200 kilos que no desarrollaremos nunca una diabetes. Por tanto, es necesario un terreno genético predispuesto que, en caso de desequilibrio alimentario y de aumento de peso importante, desarrollará una diabetes.

En este caso, la insulinorresistencia, el mecanismo que provoca la aparición de la diabetes, es el que está directamente relacionado con los kilos ya que antes de que la verdadera diabetes aparezca, la enfermedad se desarrolla de manera silenciosa, con una resistencia progresiva a la acción de la insulina (hormona que permite reducir la tasa de azúcar en la sangre y de almacenarla).

El cuerpo está obligado a producir insulina cada vez en mayores cantidades hasta que ya nunca es suficiente: esto es la diabetes.

Las causas de insulinorresistencia son: el envejecimiento (y sobre todo la desgaste muscular ligado a la edad); la alimentación (grasas y azúcar); el sedentarismo y el estrés. Si nos fijamos bien, dos de las cuatro causas de la resistencia a la insulina son comunes a la obesidad: la alimentación y el sedentarismo.

El “NOPAL” (Opuntia ficus-indica (L.) es una verdura que contiene mucha fibra, además de calcio y pocas calorías. La fibra puede nivelar la glucemia, de ahí que el nopal esté ganando muchos adeptos entre las personas con Diabetes.

Mucho se ha dicho sobre sus beneficios, entre ellos, que baja los niveles de glucosa, triglicéridos y colesterol. Esto es cierto y se debe a que contiene un 30% de fibra soluble, la cual disminuye la absorción de glucosa y grasa a nivel intestinal y además evita la concentración de la primera a la hora de comer.

(Fuente: https://www.diabetesjuntosxti.mx/nutricion/el-nopal-sera-cierto-lo-que-se-dice-por-ahi/2014/05/)

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