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El cansancio o la sensación de fatiga es un síntoma que puede ser un reflejo de gran número de patologías orgánicas, pero también un indicador de alteraciones psicológicas, conflictos sociales o contaminación ambiental que se ha introducido en el organismo.

Sin embargo, es un síntoma difícil de diagnosticar porque ni las mismas personas que lo padecen pueden precisar con claridad en qué momento de sus vidas empezó; incluso cuando la causa es alguna enfermedad orgánica, empieza de forma lenta e insidiosa.

Por otro lado, a todos nos gusta deleitarnos con un plato de papas fritas de vez en cuando, pero cuando se come comida chatarra el cuerpo utiliza una gran cantidad de hidratos de carbono de procesamiento de energía, lo que significa que se sentirá cansancio.

Además, tomar mucho café o bebidas energéticas puede parecer una buena idea para mantener niveles altos de energía, pero realmente nos afecta más de lo que puede ayudarnos.

Si se toma café o alguna otra bebida, activará a la persona por un rato, pero luego caerá aún más bajo y necesitará seguir tomando algo para mantenerse activa. Y lo peor es que afectará al sueño y al descanso.

La falta de sueño y descanso tarde o temprano termina produciendo fatiga. El cuerpo necesita “reiniciarse” mientras duerme, recargar todos los recursos agotados durante las horas de vigilia.

No dormir las horas suficientes o sufrir de apnea durante el sueño (interrupciones en la respiración) afecta a la calidad del sueño y nos impide levantarnos con la energía suficiente para afrontar una nueva jornada.

Un almuerzo o una cena muy abundantes conllevan un sobresfuerzo por parte de nuestro organismo para digerir todos los alimentos consumidos. Si, además, nos acostamos inmediatamente después, la digestión será más lenta y estaremos favoreciendo la acumulación de grasa, que nos volverá aún más letárgicos.

La “COENZIMA Q10” aumenta la vitalidad, la energía y favorece la función de los músculos y del corazón. Dado que las actividades celulares dependen de la energía, la coenzima Q10 es esencial para el funcionamiento de casi todas las células.

Para los deportistas la coenzima Q10 es una gran aliada ya que al ser un potente antioxidante ayuda a reducir el estrés oxidativo del ejercicio y el entrenamiento, además de desempeñar un papel importante en la producción de energía celular.

Aumenta la utilización de oxígeno por nuestro cuerpo, favoreciendo todo tipo de ejercicio físico aeróbico que necesita de la respiración.

Es un elemento indispensable en los procesos de generación de ATP a nivel celular, motivo por el que resulta imprescindible para el metabolismo energético del organismo. La coenzima Q10 es la "chispa" que permite iniciar los procesos a través de los cuales el cuerpo obtiene energía (ATP).

La coenzima Q10 permite que estos procesos de síntesis de ATP* en la mitocondria sean más efectivos y, además, es la principal responsable del suministro de energía a las células del organismo.

(Fuente: https://www.superalimentos.es/coenzima-q10/)

Opinión de expertos:

"Nuestro cuerpo obtiene  la coenzima Q10 a través de la trasformación de otras coenzimas. La coenzima Q10 contenida en los alimentos es destruida facilmente por los métodos de procesamiento alimentario modernos. Además nuestra capacidad de obtener coenzima Q10 disminuye durante el proceso del envejecimiento y sobre todo en situaciones de estrés continuo. Respecto a us usos terapéuticos, muchas personas usan la coenzima Q10 para el tratamiento de las enfermedades del corazón y vasos sanguíneos tales como insuficiencia cardiaca congestiva, dolor de pecho (angina), presión arterial alta y problemas cardiacos vinculados con algunos medicamentos que se usan para el cáncer." (Fuente: Mondragón, Rodrigo. Mis amigas las plantas medicinales. Tomo Iv. Pág. 144. Edit. Badiano, México, 2012)